I
Hoy me pregunto nuevamente a mí mismo
¿Vale la pena esperar tanto?
Es decir, ¿por qué esperar?, ¿por qué aguardar?
Al final todos nos vamos a ir y nadie lo detendrá
II
Somos un reloj de cuerda, que se iguala con días vívidos
Pero al mismo tiempo se desgasta, se marchita
Somos las notas más dulces en la melodía de otro
Pero las más tristes en la nuestra
III
Somos aves tratando de buscar su norte
Tomando descansos de cuanto en cuanto a la orilla de los sueños
Buscando y buscando aquello que por naturaleza llevamos dentro
Es alucinante, pero cierto y solo vemos cuando aceleramos nuestro pulso
IV
Cuando dejamos el egoísmo y las barreras para vernos
A veces a través de nuestros ojos y otras veces a través sus ojos
Y cuando digo sus ojos, me refiero a esos ojos cafés, cafés bonitos
Cafés únicos, tus ojos cafés que cuando los miro se encienden por dentro
V
Porque es verdad… no quiero esperar ni un segundo más
Porque sé que eres tú y porque sé que soy yo
La persona que un día vera vestida de blanco
Y yo esperando con ansias decirte acepto
VI
Porque sé que desde el momento en el que te vi
Supe que eras para mí, porque desde entonces no he parado de escribir
Canciones tras canciones, poemas tras poemas, cada noche, cada tarde
Y todo ello para ti, no hay nadie más… siempre serán para ti
Musa de mis sueños, anhelo de mis anhelos… señorita cursi
PD: Esta es mi carta favorita, señorita cursi.