Rafael Parra Barrios

Lúgubre soplo del adiós

Mis lagrimas, junto al dolor, 

deslizan por mi rostro, 

musas de mi candor,

que hieren mi yo interior. 

Imposible volar 
los cielos, 

sin dejar de exaltar

imborrables recuerdos 

de amores eternos, 

cuyo viaje al más allá, 

es excelsa tristeza 

que solo la paz, cesará. 

Mis lagrimas derraman amor 

en un llanto litúrgico,

que se escucha lejos, 

en destinos erguidos 

en el cielo de Dios. 

Gotas que besan mis labios, 

humedecen mi garganta, 

lugubre soplo del adiós, 

que emana y decanta.