En mi moto, recorro caminos sin fin,
con el viento susurrando en mi piel,
nada importa, solo quiero ir hacia ella,
esa mujer que amo y me hace sentir tan bien.
A distancia, siento latir mi corazón,
cada kilómetro me acerca más a su amor,
el rugir de mi moto es mi única canción,
mientras sueño con su sonrisa y su calor.
En cada curva, trazo con emoción,
pensando en sus ojos que iluminan mi ser,
los paisajes pasan, pero mi mente está en ella,
la mujer que amo y que siempre querré.
La distancia se convierte en simple trámite,
pues el amor en mi pecho no tiene fronteras,
mi moto, mi aliada, mi compañera de ruta,
me acerca al abrazo que tanto quisiera.
Acelerando sin descanso, buscando su presencia,
siento su cercanía, su esencia en el aire,
esa mujer que amo, mi razón y mi esencia,
que con su amor me hace volar sin cesar.
Y al final del camino, por fin la encuentro,
en sus brazos me pierdo y me siento completo,
la distancia queda atrás, solo existe el presente,
unidos en amor, nada nos separará en el trecho.
Así, en mi moto, recorreré el horizonte,
con la mujer que amo, a mi lado siempre iré,
conquistando distancias, unidos en pasión,
disfrutando de la vida, juntos hasta el amanecer.