Hombre simple de palabras dulces, brutalmente sincero.
Fue un héroe que desafió al destino, que soñó con ser el mejor
y con su fuerza y su carisma, a una legión cautivó.
Su vida fue una epopeya, una odisea de perfección.
No se conformaba con lo normal, ansiaba romper el límite
Y con sus méritos y su honradez, se ganó el respeto de muchos que veneraban su pasión, su coraje y su nobleza.
Pero un día su estrella se apagó, se cerró su libro, dejando su huella en el alma.
No sabemos cómo ocurrió, solo que nos legó su gloria.
Con su ejemplo y su herencia, nos dejó la enseñanza.
De que hay que vivir con intensidad y que hay que obrar con amor.
Ahora que no está, solo nos queda su eco, que nos alienta y nos conforta, que nos embarga de emoción.
Y con sus versos nos comparte su ilusión.
De un mundo más justo y más humano, de un mundo rebosante de esperanza.
Hombre simple, brutalmente sincero
que fue un héroe que desafió al destino, que soñó con ser el mejor, al entregar su fuerza por la justicia y el amor.