Tan semejantes… tan distintas…
Las dos nacen en parecido origen
y ambas son de aguas salinas.
Son los mismos ojos que les dan salida
y liberan sentimientos que el ser no contiene.
Una está llena de dolor profundo
y es bálsamo puro del alma agobiada.
La otra desborda contentos que escapan
de un corazón que exultante brinca
y lo expresa en llanto.
Yo conocí esas lágrimas…