ENRIQUE HORNA

AMIGO

La trascendencia de los recuerdos abre su féretro  

Una tarde en que la amistad de los viejos tiempos

Es mas que una sombra del arco iris

Ha viajado más allá del hermetismo de la muerte.

 

La alegría y tristeza humanamente compartida

Se respira como si fuese un sueño incomprensible

Evolución reencarnada con los hilos misteriosos

De la corpórea fugacidad comunicando sus secretos.

 

Aquel rostro que pintaba una carcajada iluminada

Por la generosidad y el bien dar de su espíritu    

Se opaco un día cuando el indescifrable destino

Le arrancó lo que más amaba: su hijo.

 

Como duele la vida cuando cobra con golpes

Desgarrando la piel, el corazón y las entrañas

De los hombres nobles, piadosos y buenos

Créditos y débitos de la existencia que nos toca.

 

Nos embriagamos de risas para darle cara

A los designios y propósitos de nuestro tiempo

Anhelamos la honradez e ingenuidad de los niños

Aceptamos lagrimas cual oraciones de la resignación.

 

Bonhomía con sus fiestas de desprendimiento

La familia celebrando sus ratos más tiernos

Fraternidad perdurando hermanados abrazos

Periplo desconocido para acoderar sin espera.

 

Cuando un amigo del alma ha partido

Es una estrella murmurando su legado

Sobreviviente de la aventura de haber vivido

Memoria afectiva reencarnada de sus pasos.

 

EH