davo tiz

Madrugada de enero

Era madrugada. La primera vez 

Tus ojos brillaban, con las primeras palabras. 

Tu pelo largo y rubio contrastaba, contu ropa oscura, con tu piel blanca. 

Llegue pensando que era la primera vez, seria solo mate y charla. 

Pero a medida que las palabras se extendían, que las horas pasaban. Tu boca iba sugiriendo. 

Entonces entendí que tus ojos se seguían encendiendo, haciendo flamas en mi alma. 

Tu boca seguía sugiriendo, algunas cosas despreocupadas

ya era mañana de enero. Te molesto mi ropa, para lo que planeabas.

No se que paso, después fueron otros veranos, en esa misma hoguera

Aun sugiere tu boca, todavía me quita la calma. 

Dios dirá si el fuego es eterno. Esa madrugada de enero. 

Aun sugiere tu boca, todavía me quita la calma....