SUGEL R

UNA ABUELA MARAVILLOSA

Tuvimos una abuela maravillosa. Una que realmente nunca envejeció. Su sonrisa estaba hecha de sol Y su corazón era oro puro. Sus ojos eran brillantes como las estrellas Y sus mejillas eran como unas rosas hermosas. Teníamos una abuela maravillosa Y así será siempre. Pero tengamos cuidado, porque Ella todavía nos vigila a todos. Así que asegurémonos qué a ella le guste lo que ve.