\"En mis sueños sin descanso,
a ese pueblo yo he de ver.
Silent Hill. Me prometiste
que otra vez me traerías
a visitarlo algún día.
Mas no lo hiciste jamás.
Sola me fui para allá...
A ese \"lugar especial\"...
Aquí te estoy esperando.
Espero que me visites;
que digas: \'Ahí estaré\'...
y a este lugar te encamines,
que a mí te vengas a unir.
Mas nunca vienes aquí\".
He recibido una carta.
El nombre que aparecía
en ese sobre era \"Mary\".
El nombre de mi mujer...
Es una ridiculez...
No puede ser más que farsa...
O eso me digo a mí mismo...
No escriben cartas los muertos.
Mary se puso muy frágil...
De esa enfermedad maldita
pereció hace ya tres años.
¿Entonces por qué? ¿Por qué
es que yo la estoy buscando?
Nuestro \"lugar especial\"...
¿A qué se habrá referido?
Si era especial todo el pueblo.
¿Acaso el parque en el lago?
Todo el día se nos fue
al contemplar esas aguas.
¿Puede realmente ella estar
esperándome allá... viva?
Silent Hill... es el lugar
de su memoria anhelada...
Prometimos regresar...
la promesa fue quebrada.
Una carta me ha llegado...
de mi esposa que murió.
En ella me pide encuentro
en un \"lugar especial\"
de ese pueblo del pasado.
Yo me turbo y me descentro...
pero aquello motivó
este viaje demencial.
Un mensaje de ultratumba...
en todo mi ser retumba
y, a ese pueblo me encamino
a mirar lo que el destino
me pueda haber preparado
en aquel, tan desolado,
pueblito que tanto amó.
(Mary, por fin he llegado...
he llegado, aquí estoy yo).
Me bloquea cada muro...
pero cada vez me adentro
más en pueblo tan oscuro.
Mientras a Mary persigo,
con otras almas me encuentro.
Cada una con aflicciones
y, me convierto en testigo
de sus traumas tan terribles,
temores indescriptibles
y sus grandes maldiciones.
Por las calles voy vagando...
vacías y neblinosas...
que se tornan muy oscuras.
Gran pesar y desalientos...
mis únicos pensamientos
mientras me voy encontrando
toda clase de viciosas
y horripilantes criaturas.
Oscuros confinamientos...
terror en cada rincón...
y sufrimientos eternos...
Monstruosidades que acechan...
son la oscura encarnación
de aquellos remordimientos;
nuestros demonios internos
que del miedo se aprovechan.
Me persigue mi pasado...
bloqueado está en mi mente...
una carga, un gran pecado...
me acecha constantemente.