Armando G.

Soy un hombre solo.

Estoy solo y como dicen, soy libre,
esta libertad vale mucho, muchísimo,
hay días que desearía tener a alguien
en mi cama al despertar,
cuando llego a mi cocina
y el frio del invierno cubre de hielo el patio,
hay días lo juro, lo deseo,
mas cuando me doy cuenta
en mi mundo nada importa,
solo mi hija y yo,
me doy cuenta lo afortunado que soy,
cuando escribo un poema bien erótico,
que asusta,
nadie me pregunta con cara de extraterrestre
quien te inspiro, con quien soñaste,
a nadie doy cuentas cuando salgo,
cuando entro, cuando voy a cualquier sitio,
llego a casa y nadie me dice dónde estabas,
donde fuiste,
¿vivo feliz?
 si muy feliz,
solo quizás,
alguien dice abandonado,
ermitaño,
ajeno, perdido del mundo,
con mis metas y objetivos trazados.
 
Sin dudas estoy feliz,
el sexo hace falta, es muy rico
a veces el precio es muy caro, no en dinero,
es caro en desasosiego,
en disgustos, incomprensiones,
miles de cosa que usted muy bien sabe,
entonces amiga soy un hombre felizmente solo,
muy feliz,
mis poemas,
mis escritos salen de algún sitio de la mente,
del cerebro, del corazón,
 donde guardo los recuerdos
de tiempos pasados de otras vidas,
no sé,
salen y fluyen como el rio buscando el mar.
 
Estoy solo sin compañía,
sin amor
terriblemente feliz de estar solo.