Busca a la soledad voluntaria
se adentra en su conciencia,
y por el almizcle sensual
ella cae en la tentación,
saborean en el cáliz lo profano.
El cuerpo mundano desea
arder en el infierno,
con el crepitar rompen
el cristal del silencio que,
hiende en lo profundo del alma.
Y sin palabras innecesarias
como todo un galán
con un beso y un abrazo
se retira de la escena,
ella con satisfacción ¡Mmmm!
inclina la balanza a su favor,
y se lanza en los brazos de Morfeo.