Luché contra el amor
para que no me encontrase,
me escondí, quise taparme
bajo el manto del rencor,
mis ojos nunca miraron
para evitar su mirada,
mas, teniéndolos cerrados
con su luz me los cegaba.
Me mantuve siempre a un lado
por temor a enamorarme,
solo quise ocultarme
de su boca, de sus labios
de ese deseo imparable.
Me hice sordo a sus palabras
por temor, y por sentido
me hice el duro en escucharlas,
e intente que mis oídos
de miedo se taponaran.
Intenté que mi deseo
fuera flojo y desvalido,
que mis manos con los hilos
de la pasión condenaran.
No he podido hacerle caso
a mi mente, a mis entrañas,
me ha ocultado y he sacado
las fuerzas por no amarla.
Y aunque lucho y me mantengo
por ganar esta batalla,
el amor tiene sus armas
y en la lucha siempre gana,
al soldado que es mas fiero.
Y es ahora que la veo
frente a mi, cara a cara
que me revienta por dentro
el pecho, se me desgarra,
que mi sangre no circula
que el corazón se me para,
que sus ojos, su mirada
me despejan toda duda.
Y si al amor no hice caso
conseguí solo engañarme,
no gané con ocultarme
siempre estuve enamorado,
y sus besos, sus abrazos
las ganas de acariciarle,
esa guerra la ganaron.