Nos llevo un tiempo sabernos mutuamente
acomodarnos uno al otro,
comprendernos
tener esa paciencia prometida
escucharnos, al fin
y al fin querernos.
Primero fué la ola de deseos,
luego dudar, medir y hasta evaluarnos
mas tarde convencernos, desafiarnos
y hacer de la pasión un par de manos.
Ahora, estamos bien,
equilibrados
mirarnos al los ojos es constante
te miro,
me miras,
y caminamos
despues de tanto tiempo como amantes.