En la orilla de mi mar muerto;
por las grandes dunas de mi corazón,
rodaron silencios y lágrimas
y se apagaba mi inspiración.
En los laureles donde dormía fugaz
yacía sentenciado mi amor;
el sol me procuraba oscuridad
y la luna se fundía en ardor..
Creí ver el fin, un fin cualquiera,
creí que la esfinge desaparecía;
largos lagos sin corriente
y fuentes amargas donde bebía.
...pero llegaste tú como torbellino;
la luz de un nuevo amanecer;
ceno fresco que me fecundó
y yo volví a nacer...