Sonrío a mi melancolía
porque hacía el norte viajo;
doy besos con desparpajo
una mirada de lejanía.
Hacia el Sur me propondría,
en un viaje emotivo,
bajar a mi objetivo
y subir a la fantasía.
Cruzar la extensa llanura,
de fértiles pulsaciones,
calmar mi sed y hambruna.
Sortear un camino esquivo
al oasis que me espera
ojalá, real y sensitivo.