Raul Gonzaga

Eres todo para mí

Eres sueño inalcanzable,
una esperanza hecha fe,
eres mi bella mujer
un suspiro palpitante;

infinita llama que arde,
un bello ángel del Edén,
el camino que encontré
lleno de flores fragantes;

una eterna primavera,
faro irradiante de luz,
entre la oscura penumbra;

esa gigantesca estrella
prototipo de virtud
y de una franca ternura...