Eres sueño inalcanzable,
una esperanza hecha fe,
eres mi bella mujer
un suspiro palpitante;
infinita llama que arde,
un bello ángel del Edén,
el camino que encontré
lleno de flores fragantes;
una eterna primavera,
faro irradiante de luz,
entre la oscura penumbra;
esa gigantesca estrella
prototipo de virtud
y de una franca ternura...