Corre por mis venas como extraño sortilegio,
palpita en mis arterias ese encanto que dormía
y se ha llevado en él un lapso inexistente
con una erupción de vida.
Que no habrá otro agosto igual que esté esperando
el tiempo de los pétalos rojos,
pues fueron cambiados por el verde azulado
de esos ojos que han fijado su mirada en mí.
No hay insomnios con sueños incumplidos,
hay olor a mentas ribereñas y esa paz del silencio
para que descanse la esencia de los seres.
Extraño sortilegio… magia pura…
o más seguramente un don divino
iluminó mis días!