Carita de ángel
que llegas a la vida
con tu sonrisa.
Quiero la brisa,
de tus ojos sinceros
y tu silencio.
Y las palabras,
silentes y sinceras,
que tú nos dejas.
Porque la risa
asoma por tus labios
y nos contagia.
Eres un ángel,
pequeño querubín
de nuestra casa.
Ojos azules,
carita de inocencia
y cuerpo tierno.
Todos tenemos
un ángel con nosotros
y en el recuerdo.
Es ese niño
que viene a nuestro lado
con la familia.
Y es ese adulto
que sueña como un niño,
sin darse cuenta.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/24