En la vida me armo y desarmo, me siento completamente feliz y de manera alternada infelizmente incompleta.
En la vida, y a medida que los años van pasando mi rompecabezas se va multiplicando.
Al principio eran 10, 20, ahora mil piezas y contando.
Cada vez que me desarmo, me voy armando, buscando las piezas, tratando de hacerlas encajar… Hay muchas partes del puzzle que me las sé de memoria y es fácil avanzar, pero hay otras piezas que me es difícil de encontrar. porque están muy escondidas en mi y hay que empezar a buscar en mi oscuridad.
Buscar y buscar… encontrarlas y hacerlas calzar, cada pieza en su lugar, me da una paz mental
Ver mi rompecabezas armado, ver y sentir que cada cosa no es al azar, que todo tiene un propósito, es lo que gozo me da.
La alegría de verlo armado dura un breve tiempo, porque siento que algo me falta, algo más quiero armar. Algo mas quiero romper para volver a buscar, y mi rompecabezas volver a completar
¿Cuánto tiempo pasa entre hacer mi rompecabezas, desordenarme, multiplicarme en mas piezas y volverme a completar?
Ya no quiero romperme ni buscar mas y nuevas piezas… Me siento feliz con el rompecabezas que he armado, me siento agradecida por su forma, sus colores, sus texturas… Me siento feliz, armada, completa y con un hermoso paisaje abstracto
Y cuando venga una fuerte tormenta que amanece la integridad de mi rompecabezas, estaré cansada pero feliz de hacer calzar una vez más todas mis piezas.