Esta mañana del día de los enamorados, dispuesto a encontrar al amor que se me resiste ya desde hace tantos años, me he levantado temprano, me he puesto el traje de los domingos, y meticulosamente acicalado, me he lanzado a la calle con el corazón dispuesto a darlo todo. Busca que te busca, he visto a lo lejos a una bella señorita. El flechazo ha sido instantáneo y me he acercado a ella con paso firme. Mirándola fijamente a los ojos, le he dicho sin titubear que aunque el señor me castigase con el infierno, me la comería a besos en este miércoles de ceniza en el que es pecado comer carne. Me uniría a ti como un diptongo en el que tú fueras la vocal cerrara y yo te abriera el corazón a base de regalarte flores. Con una sonora carcajada me ha dado a entender que se trataba de un maromo disfrazado de Grace Kelly. Maldito San Valentín, maldito Carnaval y maldita Cuaresma, me decía mientras corría de allí como alma que lleva el diablo. ¿Conseguiré sacudirme algún día esta cenicienta cruz?