JUVENTUD, AMOR, LOCURA
Remembranzas en la cal
fotogramas de una vida;
bruma en gotas con perfume
a jazmín y gitanillas;
esparcidas como un halo
con amor en mil caricias;
entre rejas de unos patios
que atestiguan nuestras citas;
cuando azul añil el cielo
primaveras relucía
y, tu cuerpo con su trino
exhalaba melodías,
embriagadas de vigor
mocedad y notas vivas,
con arpegios ascendentes
navegando entre la brisa.
Brisa suave que a tu pelo
meneaba como a espigas,
entre ardientes emociones
de tu boca con la mía.
¡Cuándo… asidos de la mano,
por callejas escondidas,
era el corazón salvaje
y pasión lo que rugía!.
Era fresca la alborada
a la luz de tus pupilas
y, ese rosa en la mañana
del color de tus mejillas,
refrescadas con el agua
de la fuente cristalina:
vivaracha, tan locuaz,
tan feliz y tan festiva.
Era todo tan jovial
que en tu rostro la sonrisa
era un lienzo floreal
tono rosa y sin espinas,
con aromas de romero
a los pies de La Mezquita.
¡La ilusión de aquellos besos
y la luna Celestina...
fiel notaria del amor
y unos tiempos sin medida!.
“¡Juventud y sangre ardiente,
no se vayan dulces niñas!.
¡Qué el amor, y la locura
sigan siendo mi ambrosía!”
Rafael Huertes Lacalle