Con tanta gente alrededor
pero nadie realmente te conoce.
Te observan, caminan a tu lado,
es como si te acompañaran en tu recorrido.
Pero, al igual que tú
forman parte de un paisaje,
de un fragmento de tiempo.
Tan sólo somos cuerpos
ocupando un espacio
en éste inmenso universo.
Viajeros efímeros,
con deseos profundos,
con anhelos e ilusiones,
con sueños, con emociones,
con voluntad.
A veces irracionales
siempre imperfectos.
Pero aquí estamos acompañándonos
unos a otros inconcientemente.
Unos vamos,
otros vienen,
unos vivimos,
otros mueren.
Somos eslabones de una cadena
que parece no tener fin.
Porque somos cruel y tristemente
reemplazables.