Guardo en lo más profundo de mi ser,
un abrazo y un te quiero,
carajo,
lamento muchas cosas no dichas,
creo que había secuelas en mí que desconocía,
tenía miedo de quererte,
herirte; creo que, en medio de no querer repetir patrones,
te lastimé
lo siento, en verdad,
llegaste y desarmaste por completo mi corazón,
te quiero como se quieren pocas personas en la vida,
con locura.
Creo que ahora todo se esclarece,
poetisa, no has procedido a soltar,
has llegado a tu limite.
Con llanto y dolor que oprime el corazón,
la garganta, vete.
Por favor, vete.
Tu lealtad hacia esa persona ha terminado.