Amor,
te desvaneces
como el rocío en la mañana
al despertar del sol,
y como sus gotas transparentes
caen al olvido en la tierra,
tú, nacido lágrimas,
desciendes por mis mejillas
rindiéndote al traidor sol
de la indiferencia.
El rocío riega las flores
haciéndolas crecer con su muerte,
mas, mis lágrimas amargas
resecan el alma
apagando el fuego de la alegría,
arrugando la vida
con astrosas flores y pétalos tristes
colmados en la melancolía