Al mirarte a ti frente a mí, mujer
Desmaya por vivir mi corazón.
Eres de mi costilla la razón
Y por eso conoces de mi ser.
Se apiadó el Creador de mi soledad
Cuando después que del barro me hizo
Al hallarme muy solo y triste quizo,
Que fueras tu, mujer, mi otra mitad!
Dichosa tu que desde tu comienzo
Me has llevado contigo en tu costado
Y no has sufrido del taciturno hado
Como yo que desde siempre te pienso.
Cuando ves que divaga mi mirada,
Es porque todavía hay en mi pecho
Restos de soledad que sobre mi ha hecho
Lecho y me lleva a mi primer morada.
Perdóname si me vez más feliz
Señor, hoy que la tengo también a ella
Que cuando éramos solo tu, yo y estrellas
Pues en ella tu amor echa raíz.
—JH🦉2.14.24