Te ofrezco mi mano para que reposes la tuya, te ofrezco mi sueño para que permanezcas en el; te ofrezco mi pecho sin tapujos ni dudas, y mi camino airoso para que cruces en el.
Si la vida me diera la oportunidad de elegir, que sendero debería recorrer; no dudaria ni un segundo siquiera, que mi vida entera a tu lado la tuviera.
Si el azar me acompaña y el andar me reconoce, quisiera tener la oportunidad y el goce, de probar tus labios tiernos y ver tus ojos color pardo, para dormir tranquilamente apegado a tu costado.
- Elis Lagos