Devenires mutantes fruncen ceños salvajes,
deslumbran a motores quietos
y ofrecen esa cambiante realidad
en la que cuesta mantener la cordura
y no volar..
Un efecto apaciguante estremece charcos
y hace sucumbir alianzas en feas madrugadas,
el rumbo da tumbos y las paranoias
no paran de dar presentes
en una clase
en la que todas estudiaron su lección...
Se reconoce ese viejo pesar
de vínculos por fin formados,
y antes de fallecer ante él,
la forma prefiere deslumbrarse ante el hecho
de ya no saberse sola...
Comienza el alma
a sentirse blanca y pura?
Comienza un turbado
a provocar espamentos
y lanzar paredes de encierro
durante kilómetros?
O se encuentra soñando
dentro de espejismos
formados por deseos de hazañas?
Duerme por fin
esa bestia de ornamentas tan negras?
Mientras
sus saludos siguen llegando,
golpeando castillos,
sacudiendo y simbrando
estos aposentos,
la luz de la felicidad
derrite males y el miedo
es omnipresente...