Cinco o diez minutos más por cada día
Se supone que uno se cansa y a la noche duerme
Los días abren las ventanas y hacen suspirar a las puertas
Gracias a Dios y al dios del sueño
Que todas las posiciones sean cómodas para el cuerpo en una cama
No importa si nos abalanzamos y miramos las paredes
Existen espacios donde no importa lo que uno haga
Eso tiene nombre y Adán le dijo intimidad
Uno quisiera ser amplio como una inmensa cobija
Cubrir sin que importen las agujas
Soñar es la bendición dada al hombre
Y quien tenga oidos que aprenda a mirar por el tacto
Todas las decisiones son correctas
Y no importa el llamado estrés o la famosa ansiedad
Amamos la velocidad pero no sabemos resistirla
El equipaje puede ser ligero si entendemos que nuestro cuerpo no es escaparate
Soñar y soñar
El mundo nos pide que le demos la dicha de enfrentar nuestros miedos
Complejos creados y heridos
Una basura almacenada y que no queremos botar
Según nuetra almohada debemos descansar sobre las muñecas
Según las asociaciones de la inteligencia existen frutos de oro
Que brillan para nosotros desde antes de Cristo
Y en nuestro corazón vienen siendo cebados nuestros pensamientos
Cantores de instintos y de poderosos sentimientos