Las hojas de mi diario
llenas están de borrones
de faltas y tachaduras
de enmiendas y borradores,
las hojas de mi diario
están escritas con sangre
con lágrimas y con risas
con poemas y canciones,
tiene sus hojas heridas
de miedos y desengaños,
de falacias y mentiras,
de proyectos descartados,
pero yo sigo escribiendo
día a día y noche a noche
porque no pido una tregua,
no quiero hojas en blanco,
cuido mi caligrafía,
escribo con más cuidado,
mejoro mi ortografía
y evito dar un mal paso,
que cada página nueva
sea una obra de arte
un horizonte, un poema,
un lugar donde abrazarte
que puedas leer conmigo
sin llorar, sin enojarte,
donde bailar sin orquesta,
donde cantar a dos voces
el aria de una tragedia,
-dueto molto vivace-
sin director y sin coros
sin nadie que desentone,
donde escribir mano a mano,
día a día, noche a noche
una odisea, una biblia
sin demonios y sin dioses;
solos tú y yo caminando
más allá del horizonte.