Cada día abro mi corazón al igual que una puerta,
Diario duermo mal en las noches, es que en tus brazos dormir yo quisiera.
Miro tus ojos y todo comienza a cobrar sentido,
Empiezo a vivir y si estoy feliz tú eres mi motivo.
Es que creo que me he vuelto adicto.
Adicto a imaginarte en mis pensamientos,
Adicto a mirar tus ojos tan bellos,
Adicto a tu voz y tu silencio,
Adicto a tocar cada uno de tus finos cabellos.
Soy adicto a tu cercanía y tu distancia,
Adicto a cada una de tus palabras.
Adicto a tu dulzor y tu amargura,
Adicto a tus enojos y tu ternura,
Adicto a tu resplandeciente aroma,
Adicto a tus chistes y tus bromas,
Soy adicto a tu belleza y tu locura,
Y soy adicto a querer que mi adicción no tenga cura.