Fuimos tantas cosas,
a veces amigos y confidentes,
más de una vez amantes.
Fuimos esposos,
fuimos novios.
fuimos rivales en batallas
y otras tantas, parecíamos no ser nada.
Y la hice mía tantas veces,
me hizo tantas veces suyo,
que hoy no se si es mía o yo sea suyo,
si somos de ambos o simplemente,
ni es mía, ni yo de ella.
Nos dimos infinidad de besos,
algunos robados, otros con inocencia,
los hubo por obligación y hasta con rabia y coraje.
Nos besábamos con pasión y desenfreno,
todos los besos fueron únicos, pero, el primer beso,
¡Ese beso inocente lo llevare en mis pensamientos!
Fuimos primavera y florecíamos como ningún otro jardín,
fuimos invierno y nos arropamos del frio desolador.
fuimos otoño y aun sin nada salíamos avante,
pero el verano pinta avasallante.
Fui suyo a placer,
fue mía a mas no poder.
fuimos hoguera, llamarada, frenesí,
fuimos caos, problemas y aún la marcha seguía.
pero la monotonía,
trajo consigo un tempano de hielo que nadie se atrevió a romper
y fue más fácil decir un hasta luego.
¿Qué somos hoy?
Seguramente, lo que nunca hemos sido,
quizás la lejanía nos haga reflexionar y ponga las cosas donde debe,
y en un futuro más proximo que lejano la tenga en mi regazo,
vuelva a ser mía,
vuelva a ser suyo
volvamos a ser de ambos.