Es el reflejo de lo que pasa en todo,
a través de un espacio
el entorno
de paredes que hablan
lo mismo,
rebotando sentires similares
con las ondas que genera
el silencio de los gritos potentes,
los aullidos silenciosos, místicos.
En frenesí chocan los suspiros,
y tornan los sonidos,
los cantos de una flauta dulce,
las trompetas que trenzan
con la sordina que atenúa la llama.
La resonancia de la soprano
que con fragilidad rompe
en cristales diminutos; la copa,
el cáliz sorprendente que enamora
el vino.
La poesía es un eco que viaja
de un origen a otro origen
de un principio a otro…
y logran coincidir, el ser y el estar,
el seguir por los caminos, y andar
en la acción y reacción, mismo sentido.