Asomamos nuestras almas
con esperanza muerta,
no hay otro deslumbre para que lo borre la vida.
Siéntate en mi locura a ver como
se arriman hojas otoñales con su frívola fe,
acumulando rabias en techos suicidas.
Paredes que todos los días, abrigan, agreden.
Abro las piernas del día.
Busco tu nombre, tu radial nombre.
Encuentro estrecha mi compasión.
Cuerpo acusado, seminocturno,
cotejando desequilibrios para estirar
los mini instantes a tu lado.
Otra vez la cicatriz,
los ojos renegridos al azar que te esconden, me esconden.
La suavidad de tus talones figura mi camino.
Ayer vi tus piernas enredadas por mi pensamiento sin lucro.
Te deseo con migajas de sangre, con mis cartílagos entes,
con espinas en las entrañas,
con rechinido de lengua y dientes.
Sólo espero formar
de tanta incertidumbre sombría uno mismo.
Bryan Gómez.