A veces, tan solo a veces,
el susurro del viento trae consuelo,
y el silencio es un amigo fiel
que abraza las penas con anhelo.
A veces, tan solo a veces,
las lágrimas se convierten en lluvia,
y el peso del alma se aligera
cuando el dolor encuentra su cuna.
A veces, tan solo a veces,
la sonrisa nace de la tristeza,
y el corazón encuentra en la oscuridad
la luz que disipa toda incerteza.
A veces, tan solo a veces,
el tiempo se detiene en un instante,
y la eternidad se revela en un segundo
donde el amor se vuelve desafiante.
A veces, tan solo a veces,
la vida nos regala sus misterios,
y en cada \"a veces\" encontramos la fuerza
para seguir escribiendo nuestros propios destinos.