Diego Pantoja

A veces, tan solo a veces

 

 

A veces, tan solo a veces,

el susurro del viento trae consuelo,

y el silencio es un amigo fiel

que abraza las penas con anhelo.

 

A veces, tan solo a veces,

las lágrimas se convierten en lluvia,

y el peso del alma se aligera

cuando el dolor encuentra su cuna.

 

A veces, tan solo a veces,

la sonrisa nace de la tristeza,

y el corazón encuentra en la oscuridad

la luz que disipa toda incerteza.

 

A veces, tan solo a veces,

el tiempo se detiene en un instante,

y la eternidad se revela en un segundo

donde el amor se vuelve desafiante.

 

A veces, tan solo a veces,

la vida nos regala sus misterios,

y en cada \"a veces\" encontramos la fuerza

para seguir escribiendo nuestros propios destinos.