TE EQUIVOCAS
Te equivocas cuando dices que te idealizo,
al confesarte que por ti suspiro desde que era niño.
Te equivocas si piensas que me falta experiencia
y que en el arte del amor sigo siendo inocente.
Y Que no he repartido en otras pieles,
fragmentos de este amor inmenso del que tú eres dueña.
Este amor que es tuyo, hizo gemir y retorcer en gozo satisfecho otras caderas, como un huracán que desata la pasión en mi ser, cuerpos y almas en éxtasis, sedientos de placer, universos por conocer.
Te equivocas, si piensas que al verme callado y sereno mi mente, pasa un minuto sin imaginarte; despeinada, húmeda y jadeante. Entregada al deseo intenso que te consume en todas las poses y formas inimaginables.
Donde cada pensamiento es una llama ardiente,
y cada fantasía se convierte en el eco de mi pasión desbordante
.
Te equivocas al confundir mis modales con sumisión, mi tartamudeo con falta de valentía
.
¡Ay, tú lo dices y no lo sabes!
Que en el instante en que mis ojos te miran,
mi mente me hace tambalear al invadirme con escenas en las que mis instintos y tentaciones se libran en ti.
La intensidad de esos pensamientos lujuriosos hace que mi consciencia divague.
Y en un instante que pareciera eterno, me percibo nadando en la oscuridad de la nada.
Y de repente escucho una voz, una voz que pronuncia mi nombre al unísono, y cuya figura toma mi mano para rescatarme del abismo
(tú eres esa figura).
Y, al desvanecerse aquel trance, éxtasis divino, siento que vuelvo al mundo de los vivos.
Abro los ojos y emerjo de aquel sueño,
Te veo a ti perpleja, llorando y anhelando saber qué me aqueja,
Y en silencio, te miro, me conmuevo y te susurro un te amo.