No me envuelvas en algo que escudrina,
rasgas mi pensamiento y lo glaceas,
como si saboreases todas las palabras,
esas que se dicen y se cuecen.
No, tócame los labios y apenas puedas,
dobla cada esquina de mis sueños,
lo ves, allí estoy con las palpitaciones,
semipausadas, alertas y huecas.
Penetra,así, en el aire, en la búsqueda
de esa mujer que te ciega y te puede,
en ese vaivén que rueda y se pierde,
en este cuerpo que viaja y se huele.