Ven mi señora a la casa
apresúrate y no pares,
cierra puertas y ventanas
antes que sea mas tarde.
Quita la luz a las velas
haz callar a nuestro perro,
guarda absoluto silencio
y apaga la chimenea.
Ya se oyen los caballos
del ejercito que llega,
ya se ve la polvareda
atravesando los campos.
Escóndete, mi señora
gurda fe, y no temas,
porque protejo la puerta
con mi vida y con mi honra.
Ya han llegado, no te muevas
guarda silencio, mi vida
que para entrar por la puerta
han de quitarme la mía.
No te asustes cuando oigas
el rozar de las espadas,
ni el silbar de algunas lanzas
ni el rugido de las flechas,
que he de guardar esta puerta
contra vientos y mareas.
Porque no hay mayor tesoro
que el que guardo tras la puerta,
y el amor me tiene alerta
para luchar contra todo.
Así que no te preocupes
eres mi vida y mi reina,
no hay ejercito que entienda
que con amor, solo lucho.
Que ni espadas ni las flechas
ni las lanzas ni los hombres,
han de pasar por la puerta
si mi vida, no la cogen.
Aguanta mi bien, no salgas
aunque me oigas gritar,
puedo aguantar muchas flechas
y lanzas, puedo aguantar
que aunque me quiten la vida,
la puerta no han de pasar.
Ven mi señora, ya puedes
abrir la puerta y salir,
nadie quedó por aquí
solo mi cuerpo han dejado,
que aunque la vida perdí
el amor, no me han quitado.