Poeta al atardecer.

MALA NIEBLA.

      BARRO Y ARENA.

 

Anoche cuando plácido me dormía el sueño,

sobre las perfumadas sábanas del juramento,

una mano de niebla portando un puñal violento,

amenazó que de mi arcón desde hoy es dueño.

Salté de mi tálamo tomando un grueso leño,

defendiendo lo que guardo con candado y cadena,

en su huida me grito la niebla que sería mi pena,

después de ganar la batalla con gran fiereza,

que al abrir mi cofre para revisar joyas y riqueza,

el oro por lo que peleé, era todo barro y arena.

 

Autor: Poeta al atardecer.

En Santiago febrero de 2024.