Unos dicen que está vivo,
otros dicen… ¡que está muerto!
Si está vivo, no lo miro,
si está muerto, falta entierro.
Le mataron su prestigio
y hasta el mote de abolengo;
le mataron sin permiso…
¡Unos sordos, unos ciegos!
Hoy camina agonizante
y ha perdido potestad;
hoy camina sin carácter
y sin nada más que dar.
¿Es posible que hoy avance,
sin legítima moral?