Dolores Luna. ☾ (Anna) .

Mi vida sin ella.

Mi vida sin ella.

 

Cuando nos vemos frente a la tan temida muerte, nos sentimos asustados porque es en parte la situación original más complicada, porque da tanto miedo a la soledad que no nos cabe en la cabeza perder a alguien cercano.

 

Así mismo nos sentimos solos de ante mano, porque si bien la imaginación no da para calcularlo, sí es triste, solo el hecho de tenerlo en la mente, ya cuando es una realidad, nos aturde el alma porque no se ve ninguna posibilidad de ser un ser solitario y triste. 

 

Cuando ya nos tiene atrapados es como pasar por una metamorfosis de la que entramos, pero salir es casi imposible porque no hay una puerta por donde tomar esa posible huida, no hay vía clara. 

 

Solo con el tiempo y frente a la soledad misma, nos podemos ver así, con un ojo en el pasado y otro en el presente. Casi no vemos lo bueno, pues es parte del pasado, y lo malo es lo que a diario nos enfrenta. 

 

Y ¿Cómo sería posible? 

Dios, hace ya dos años y dos meses que no está ella a mi lado y entre los malos días de ayer, los deprimentes sueños de verla otra vez sin ser real, más esa realidad dura de que ya no era posible su presencia me avasalló tanto que casi me mata o mejor dicho casi me dejo morir y esta sería la prueba más dura que no pasaría en nombre suyo. 

 

Ella fue toda la vida mi ejemplo a seguir y jamás tuvo miedo a nada, cuando la muerte nos enfrentó a esa dualidad de morir con ella o seguir adelante con mi vida me vi muy frente a ella, fría, oscura y solitaria parca, pero por mi amada Madre supe que no podría contra nuestro amor si seguía luchando por mí y por salir bien de esta dura prueba que Dios en todo su amor puso sobre mis hombros, solo porque confía en mí y sabe desde mi creación por Él mismo que aunque sufriera, llorara y estuviera sola en ella Él jamás lo haría y también me daría a las personas idóneas para luchar y ser lo que Él quiera por encima de mis deseos o gustos. 

Ahora, a once años de estar en esta situación, sé que Dios me lleva de Su mano, que no me soltará como yo a Él jamás lo haré, con Él y por Él hasta mi último aliento, hasta verme en Sus ojos y tener a mi amada Madre de mi lado. 

 

Sufrir no es tanto cuando Dios te lleva en Su amada y sabia mano, porque sabes desde siempre que eres\" Su amada niña como lo era de ella\" .

 

Soledad luna.

Anna. 

Febrero 19. 2024.

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