Una sonrisa coqueta que aflora
se flexiona en mi boca seductora.
Tus antojos, apresa con locura
y despierta tus ansias con soltura,
en la sombra nocturna que procura,
desbocada pasión tan prematura.
Se quedó mi decoro tan lejano
y tu fina hidalguía de cristiano.
Hablo el deseo con voz tan sonora,
que silencio al instante a la cordura
y en pasión nos perdimos en verano.