En la noche de amarnos la Luna estará amarrada en mi balcón, reflejará su luz nuestros cuerpos perdidos y entregados, esperaré a que salgan las luciérnagas y saldré por un momento de mi estado de extasis, liberaré al astro secuestrado y encenderé las velas, me quedaré observandote en silencio como quién despertó de un sueño hecho realidad y con sigilosa premura pondré mi cuerpo y mi corazon en mi lado de la cama y abrazaré tu cuerpo y tu sombra con ocho brazos como quién se aferra a un pedazo de cielo.