alegazpa

La primavera y su aura

Vuelo en estos campos,

creedme.

Lares que me llevan

en el frescor del aroma que paren sus flores.

Soy la danza de las abejas,

la infinitud que observa el cuervo;

el batir de sus alas que acaricia el aire.

Estoy en volandas entre el cielo y la tierra.

Mis pies descalzos se llenan

del vibrar de la madre que me engendra.

El azul arrasa mi corazón.

Eternidad en eterno devenir.

Primavera, qué bonita eres,

te llevas los males de mí.

Taraje, pinar; acebuches

de las montañas más altas,

os aferráis al tajo

y sabéis de los amores de la vida.

Reconecto con mi esencia.

El canto es magnífico,

una orquesta divina,

los cascabeles de los ángeles.

Me arrasa este abismo de grandeza.

Tan delicado.

Tan puro.

Es la tela de la araña universal,

igual de resistente que fugaz.

Su esencia queda en el vacío siempre

y nace, de nuevo, a cada primavera

haciendo visible a mis sentidos

eso que en mi corazón siempre llevo conmigo.

Oh sí, ruiseñor,

sácame de mis cadenas.

Unidos por el mismo cordel

a la tierra que abonaremos juntos.

De nuestra muerte habrá más vida.

Todo está en lo profundo.

Nacer y morir,

maravillas de este mundo.