Ahora cuando todo, todo se perdía
cuando lo frágil en mí se rompía
cuando ni siquiera un Dios tenía
y solo me salvaba mi verso y mi poesía.
Ahora, cuando tenía el alma entregada
cuando mi sangre me sabía envenenada
cuando no tenía absolutamente nada
solo deshojaba a mi nostalgia no olvidada.
Ahora, cuando mi mente era demencia
cuando nada me daba clemencia
cuando no era yo en mi propia esencia
solo me aferraba a mi verdad y a mi inocencia.
Ahora, cuando mi ansiedad estaba prohibida
cuando no hallaba una puerta de salida
cuando mi furia estaba aún dormida
simplemente, tú, que llegas a mi vida...