El viento corre y el mundo calla.
Eres el bodegón que decora mi pared,
la fruta que empapa mis labios y
me hace recordar quien soy de verdad.
Las hadas danzan y corren
por el bosque mágico de tus curvas
y me hipnotizan al verte bailar
ubicándote como sol en mis planetas.
La música recorre nuestros cuerpos
y remienda errores de vidas pasadas,
y aún así nos seguimos amando
porque tú y yo, amor mío, somos almas gemelas.
Recuerda, amor mío, aquella promesa
que pactamos con sangre
debajo del sauce de mis memorias,
recuerda, amor mío, la sangre derramada por nosotros.
Aunque, amor mío, rompiste la roja promesa,
vuelve a mí, susurrémonos mentiras bonitas.
Prefiero seguir mintiendo antes que seguir
rompiendo nuestros corazones que palpitan tristeza.
Amor mío, Amor mío, Amor mío,
la luna habla de los placeres nocturnos.
Amor mío, Amor mío, Amor mío,
la luna roja pacta el amor perdido.
Aquel rojo de amor,
se destiñe a blanco.
Aquel rojo de amor,
desaparece con el pasar del tiempo.
La vida es un camino,
que recorremos con el pasar del tiempo,
pero ni mil vidas
se comparan con la que he tenido contigo.
La oscura noche tejida de estrellas,
revela el futuro de nuestros actos
y declara llorando
el amor del rojo carmesí.
Aunque, amor mío,
nuestro amor no es para siempre.
Aunque, amor mío,
nuestro amor será eterno en las estrellas.