Muchas letras que desfilan
adelante y detrás otras
todas levantando costras
palabras que ellas enfilan.
Como estrellas bien titilan
bajo conceptos distintos
desde escuelas y recintos
dejando mil moralejas
se cuelan en las orejas
nunca pierden sus instintos.
Nunca pierden sus instintos
porque se muestran seguras
jamás hacen conjeturas
ni presentan laberintos.
Sin pretender malos quintos
acentúan excepciones
redactan las condiciones
que alinean la escritura
con bella literatura
enseñándonos lecciones.
***Omaris Redman***
Febrero 22, 2024