En un lugar muy distinguido,
Pasea Celer distraído,
Tropezando con un guijarro,
De la medida de un cigarro.
(se le aproxima una dama, habla Celer)
Celer:
Que metal es éste,
Que llama a la buena suerte,
En forma de bella dama,
Para socorrer a un caído.
Nemenia:
Ninguna, señor mío,
El destino nos ha unido,
Por un guijarro perdido,
Que ha saber cual es su sino.
Celer:
Una duda me corroe,
¿Cómo tan bella flor,
Ha terminado en fijarse,
En una col como yo?.
Nemenia:
No seáis tan orgulloso,
Vil caballero,
Que no sois tan hermoso,
Pero rebosáis simpatía,
Y agradecimiento.
Celer:
Siento mi descaro,
Hermosa dama,
Más mi corazón aclama,
Clemencia al ver su belleza.
Un rayo me atravesó,
Al ver tan bello esplendor.
Me ha roto el corazón,
Una bella y hermosa flor.
Nemenia:
Observo caballero,
Que me ronda con esmero,
Como a un tercio pelo,
Se tratará,
Más mi corazón es certero,
Para decidirse por un galán,
Y caballero,
Esta claro,
El destino nos encontró,
Y su paladín nos unió,
Mi corazón es vuestro,
Y el vuestro mío,
espero,
No lo dudéis,
Mi señora,
Suyo seré,
De por vida,
y siempre fiel,
A sus pies.