Atildado me movía
entregado a los placeres,
sin darme cuenta que un día
sucede lo que no quieres.
Las vueltas que da la vida
me llevaron a perder
mis amigos, mi familia
y el amor de una mujer.
Maldita sea la vida
por ser conmigo tan cruel,
tirado como una ruina,
ya no he vuelto a ser aquel.
Ahora se agrietan mis manos,
se me congelan los pies
envuelto en unos cartones,
me veo allí envejecer.
No tiene ningún sentido
pensar en lo que tenia,
no voy a seguir luchando,
perdí lo que más quería.
Classman