Quisiera acariciar tus hombros
abrirme camino entre tus ropas
sentir mis manos en tu piel
y tu boca alquimia entre mi boca.
Tal vez son estos sueños que me alocan
desatando mis deseos de mujer
pero sé que tus manos se aferraron
a otras manos que te arrancan de mi piel.
Hoy te llevo en mi memoria persistente
como un sueño que adormecen
mis entrañas y el placer
y no quieren despertar.
Para qué?
si tus manos ya no buscan mis manos
y tu piel se estremece en otra piel.
Esa piel que en ti no queda
como se quedó la mía
arraigada, atrapada en el querer.
Hoy solo soy un recuerdo en tu memoria,
como todos los amores que por ti pasaron,
pero nadie se ha quedado
para arroparte en tu tristeza
porque yo fui la más callada
la que supo de tus silencios,
y quien te enseñó a querer.