Nuestra misión es sencilla,
sólo expresar lo divino,
no resistirse al destino
de nuestra ancestral semilla;
superar la piedrecilla
que aparece en el camino,
dar la rosa no el espino,
gozar cuando el alma brilla;
superar el egoísmo
de una vida de placeres,
de momentos pasajeros;
desvelar el misticismo
con la luz de los saberes
de los momentos postreros...